Estamos en las proximidades de Pésaj y todos empezamos a hacer la lista con los productos que queremos comprar. Vino, harina de matzá (pan ácimo), matzá común, matzá con huevo, matzá shmura (cuidada en extremo), matzá con chocolate y matzá con sangre. Usted debe pensar que estoy loco o que hoy es el Día de los Inocentes pero le aseguro que ninguna de las dos opciones es la correcta.
La delirante descripción que usted leyó en el primer párrafo la puede pensar cualquiera que lea el libro Pascuas de Sangre. Judíos de Europa y homicidios rituales del italiano Ariel Toaff.
Creí que por el momento el autoodio judío se había terminado con la comparecencia del grupo ultraortodoxo Neturei Karta en la conferencia negacionista de la Shoá (Holocausto del pueblo judío) efectuada en Irán pero Toaff quiso dar la nota en este principio de 2007.
Toaff es Profesor de Historia Medieval en la Universidad Hebrea de Bar Ilán, autor de varios libros sobre la vida judía en la época medieval e hijo del ex gran rabino de Italia, Elio Toaff, quien recibió por primera vez en la Gran Sinagoga de Roma a un papa católico.
El historiador toma un caso ocurrido en 1475 en Trento (Italia) con el cual demuestra el asesinato ritual de niños cristianos, en este caso del pequeño Simonino, para utilizar su sangre en la preparación de la matzá.
El asunto consiste en que los judíos que confesaron tal asesinato lo hicieron bajo una cruel tortura, como lo afirma Ronnie Po-chia Hsia, docente de Historia Hebrea de la Penn State University y autor de Trento, 1475: Historias de un juicio sobre asesinato ritual.
¿Es válido entonces el argumento de Toaff? ¿Qué diríamos o haríamos nosotros si nos estuvieran torturando con la ferocidad que lo hacía la Inquisición o las dictaduras latinoamericanas?
El experto italiano en historia medieval, Adriano Prosperi, se mostró escandalizado en un artículo en La Repubblica, refiriéndose a “la increíble desvaloración de la tortura, un método capaz de hacer confesar cualquier cosa a cualquier persona”.
Parece que Toaff quiere tomar la misma notoriedad que su padre. Quiere ser conocido en Italia, Israel y el resto del mundo no por ser el hijo del ex gran rabino sino por su nombre propio: Ariel.
El libro dejó de editarse por pedido del autor y unos pocos ejemplares se vendieron en las librerías. La editorial italiana Il Mulino, editora del libro, afirma que el ejemplar de 392 páginas editado en 2007 no está disponible.
En su descripción del libro Il Mulino señala que el autor saca a la luz los significados rituales y terapéuticos que la sangre tenía en la cultura judía, llegando a la conclusión que, en particular para el judaísmo ashkenazí, la acusación (sobre el ritual de la sangre) no era siempre una invención.
No se trata aquí de cuestionar la libertad académica sino de plantear la responsabilidad de cada investigador por el material que publica. Toaff fue irresponsable y ahora se arrepiente.