16 feb 2011

El periodista Nelson Fernández, autor del libro “Quién es quién en el Gobierno de Mujica”, analiza al primer mandatario y su entorno

Quién es quién en el gobierno de Mujica

El presidente José Mujica asumió hace casi un año. Para muchos este ya es un buen momento para el balance y la reflexión. El libro “Quién es quién en el Gobierno de Mujica”, del periodista Nelson Fernández, intenta comprender al presidente y su entorno para así poder interpretar con precisión al propio gobierno.


Fernández, de 48 años, es corresponsal en Uruguay del diario “La Nación” de Buenos Aires. En Nuevo Siglo TV dirige los programas periodísticos “Claves Políticas” y “Claves Económicas”. Es columnista del diario “El Observador” sobre política económica y es analista para consultoras internacionales. Es docente de Periodismo Escrito en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica.

Este es un resumen de la entrevista que el portal web del Comité Central Israelita del Uruguay mantuvo con el autor del libro.

- ¿Cuáles fueron los momentos más altos y los más bajos del gobierno de José Mujica durante este casi primer año de gobierno?

- El comienzo de la gestión con un discurso conciliador hacia todos los partidos fue un punto muy alto. Sin repetir el discurso, Mujica ha actuado en más de una ocasión con el sentido de entender que hay que buscar coincidencias amplias, lo que implica atender los planteos de la oposición.

En cuanto a los puntos débiles de la administración se percibe una demora en concretar proyectos que han sido expuestos ante la población, falta de ejecutividad que aparece como una característica de un dirigente político que se le ve más en lo deliberativo que en lo ejecutivo. 

Eso determina que el gobierno emita señales confusas al sistema político, incluso a la interna del oficialismo, y también a los operadores económicos. Ahí hay una debilidad del gobierno, que podrá revertirse en lo que resta del período, pero se necesita que sea cuanto antes.

- ¿Cuáles son los hombres de confianza del presidente dentro de su gabinete?

- En el gabinete hay ministros o algunos otros funcionarios que fueron puestos por Mujica mismo y otros que surgieron de transacción política dentro del Frente Amplio. El equipo de Presidencia, con el secretario Alberto Breccia y el prosecretario Diego Cánepa, el director de OPP, Gabriel Frugoni –que trabaja cerca de la Torre Ejecutiva y debe su cargo exclusivamente a la relación con Mujica-, la gente de Secretaría privada e institucional, asesores, todo eso conforma un círculo de consulta y confianza.

Dentro del gabinete, hay ministros o subsecretarios que responden directamente a Mujica, como Eduardo Bonomi o el canciller Luis Almagro, o algún otro caso que es de confianza política de la primera senadora y esposa del presidente (Lucía Topolansky).

Además, hay gente de confianza de Mujica, como Julio Baraibar, hombre del Movimiento Nacional de Liberación-Tupamaros (MLN-T), amigo de décadas, que el presidente le asignó el cargo de “embajador itinerante” y que es de mucha confianza.

Mujica sabe que hay que cuidar la estabilidad económica y escucha mucho a su vicepresidente Danilo Astori, más de lo que muchos creen.

Pero el círculo de confianza es mucho más amplio que estos nombres, y hay algunos que entran y salen según la ocasión.

- El presidente ha mencionado públicamente el hecho que tres judíos integran su gabinete. ¿Por qué creee que lo hizo?

- No puedo interpretar al presidente, ni saber realmente por qué lo hizo. Pero Mujica sabe que precisaba ganar confianza en varios sectores de la sociedad con los que no tenía sintonía fina. Él se mueve con amplitud y más de una vez trata de que se entienda eso, de dejarlo en claro cuando cree que no lo comprenden.

- El reconocimiento de Palestina y la delegación parlamentaria que visitó Irán están entre las noticias más destacadas de la agenda noticiosa. ¿Por qué? ¿Cómo interpreta la posición del presidente y del canciller respecto a las relaciones diplomático-comerciales con el mundo árabe-islámico?

- Francamente no creo que esos dos hechos estén entre las noticias más destacadas. Es más, estoy seguro que para la opinión pública en sentido amplio, se trata de datos que no hayan sido asimilados. 

El público -no la elite que busca información con detalle que es una minoría muy acotada- no muestra interés en asuntos del exterior, salvo curiosidades llamativas. La política exterior no está en la atención pública; eso lo aprecié en estudios de teleaudiencia por ejemplo. 

Ahora, sobre los hechos en particular creo que son cosas muy diferentes. Es claro que Mujica es un político que prefiere mantener buena línea con todos los que pueda. Aquello de tratar de estar bien con todos. Recuerden que cuando se discutía un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, él respondía que no quería un TLC sino muchos con todo el mundo.

Las relaciones con el mundo árabe no parecen una toma de posición favorable a … o de simpatía con … sino una decisión natural, fundamentada en la conveniencia de tener positivos vínculos comerciales. La visita a Irán escapa a esa lógica. Para mantener negocios con esos países, no era necesaria. Una delegación parlamentaria de visita en ese país y en los otros que estuvo dicha misión, no se puede explicar con esos fundamentos.

¿Por qué se hizo? Sólo pueden tratar de explicar el viaje los que lo hicieron. Pero puede haber una mezcla de simpatía o afinidad política en algún caso, y en otros, por el deseo de viajar y conocer un lugar que de otra forma sería imposible.

- ¿Es mérito del presidente que el desempleo se encuentre en un nivel tan bajo?

- La economía tiene un contexto externo favorable; condiciones muy propicias para un crecimiento sostenido. El mérito del gobierno es aprovechar esas condiciones para concretar el crecimiento. Cuando le dijeron a Mujica que no había hecho nada como ministro de Ganadería, dijo que por lo menos no había obstaculizado el crecimiento. No es poca cosa eso mirando lo que ocurrió en Argentina, que aún creciendo, el país se perdió una oportunidad.

- ¿Tiene Mujica el don de líder? ¿Por qué?

- Es uno de los pocos dirigentes políticos a los que se les puede identificar como líder. Lidera a una parte de la izquierda, no a todo el Frente Amplio sino a, pero es un referente para una parte grande de la población más allá del color partidario. En franjas de familias pobres se generó una adhesión muy fuerte a Mujica quien les habló con un estilo y contenido que tuvo amplia sintonía.

- ¿Cuál es el papel de la senadora Topolansky en este gobierno? ¿Cuánta es su influencia en las decisiones del presidente?

- No sólo es la esposa del presidente. No sólo compartió una vida en tiempos de clandestinidad y de acción guerrillera, la separación forzada del tiempo de prisión y la reinserción en la vida pública. Es una mujer fuerte dentro del MLN-T, dentro del Movimiento de Participación Popular (MPP) y en el cerno del gobierno. Tiene más peso del que le adjudican algunos adversarios internos, y también menos de lo que puede estar en el imaginario popular. Pero … desayuna con el presidente y es el primer espejo para las ideas.

Siempre dijo que no quería ser “la vía corta” para llegar al presidente, pero es inevitable que de una forma u otra, canaliza mensajes políticos. Pero además es la primera senadora de la bancada oficialista. Está en la línea de sucesión. Tiene peso político propio.

- ¿Cuál es el lugar que ocupa el ex presidente Tabaré Vázquez? ¿Es un referente para este gobierno? ¿De qué tipo? ¿Es posible comparar su papel al rol que desempeñó Julio Sanguinetti durante el gobierno de Jorge Batlle?

- Vázquez dejó la Presidencia con un altísimo índice de popularidad y con gran nivel de aprobación. No ocupa el lugar de nadie. No es una fuente de consulta permanente del presidente, salvo en algún caso excepcional. Pero su presencia sobrevuela. 

La última aparición dejó en claro que está en la carrera electoral y que nadie más que él será quien marque el ritmo de su exposición. Tiene un capital de popularidad muy fuerte, es un líder político de peso, y con el resultado de gobierno en términos netos, su capacidad de “abrazar” a toda la izquierda y la dificultad que tiene el Frente Amplio para generar nuevas figuras de renovación, Vázquez es un referente obligado.

- ¿Mujica es un estadista, un pragmático, un teórico, un populista o no le cabe ninguna de estas definiciones? ¿Cómo lo definiría y por qué?

- Mujica no terminó sus estudios preuniversitarios. Hasta los 50 años tuvo una vida complicada; primero en la clandestinidad de la guerrilla y luego en prisión. Después de esa larga etapa, comenzó su inserción gradual en democracia, en la vida pública.

Fue y será un hombre político. Tiene olfato político y ha leído mucho, lee mucho. Le gusta respaldarse en técnicos, pero todo pasa por el tamiz político, su análisis con sentido común y su confianza en el olfato que tiene como veterano hombre de la política.

- ¿Por qué escribió un libro sobre "Quién es quién en el Gobierno de Mujica"? ¿Qué lo motivó a hacerlo?

- Quise dar al público una serie de claves para el análisis político que haga cada lector sobre la composición y el rumbo del gobierno. Creo que la llegada de Mujica al gobierno podía generar dudas sobre el rumbo y que esas dudas no se despejaban en el primer año de gestión, sino que iban a permanecer. 

Y aunque no se trata de hacer futurismo, al menos sí se puede dar las herramientas claves para entender determinadas posiciones, algunas contradicciones, y fundamentalmente hacia dónde se dirige. Parece muy ambicioso todo eso pero espero que haya podido acercarme lo más posible a ese propósito.

- ¿A qué público se dirige el libro?

- Al interesado en política, en economía, en historia política y económica. Al que quiera entender al gobierno. Al que le gusta leer … porque el libro tiene 500 páginas … no es para los que miran buscando fotos …

Espero que el destinatario sea el lector de cabeza abierta, que busca información y análisis producto de un trabajo profesional, y no el que pretende encontrar razones para fundamentar sus razonamientos teñidos de color partidario o prejuicios.

- ¿Considera que al uruguayo le interesa la política?

Creo que al uruguayo le interesa la política más que al ciudadano tipo de otros países. Esto puede estar cambiando con nuevas generaciones que no tienen el nivel de politización que tenían los jóvenes de otras épocas. Pero igual, creo que el uruguayo está más interesado en la política que en otros lugares.

- ¿Y al joven uruguayo?

- No a todos, pero sí a una parte no despreciable.

- ¿Se arrepiente el presidente de su pasado como guerrillero?

- En las conversaciones con él, no se detiene en el análisis con ese sentido. Es como que entiende que eso pasó dentro de determinado contexto político-económico y social y que las acciones que encaró él y su gente no pueden considerarse despojadas de la época. Y que ahora hay que mirar para adelante. 

Y a veces encuentra alguna fórmula rara, de su estilo, para decir que lamenta no haber podido luchar para frenar el golpe de Estado o cosas así … pero me parece que no quiere entrar en eso de si estuvo mal o no.

- ¿Cuáles son las perspectivas económicas para 2011? ¿Uruguay seguirá creciendo?

- Uruguay tiene buenas perspectivas, muy buenas, para este año y próximos. Hay una tendencia al crecimiento que se traduce en mejora de calidad de vida de la gente. Esa es la tendencia de hoy pero nadie puede afirmar con certeza lo que pasará en el futuro. 

El nivel de algunas inversiones indica que eso incrementa el potencial de producción del país, pero nunca hay nada asegurado. Pero en el actual contexto, con un crecimiento como se ha dado desde 2003 y con las perspectivas que están enfrente, el país puede consolidar un cambio cualitativo. Para que eso se traduzca en camino al desarrollo, la mejora en la educación juega un rol clave y es ahí donde aparecen más complicaciones.

- ¿Los procesos de conflictividad mantendrán el mismo nivel que en 2010?

- Los propios sindicalistas, los observadores frenteamplistas, los analistas que conocen bien de cerca al Frente Amplio consideran que el pico de conflictividad que se vio en el final del año, no se repetirá con frecuencia. 

Pero también admiten que sí habrá escenarios de conflictividad y tensiones por defensas de intereses gremiales. Que habrá un escenario conflictivo más allá de la discusión presupuestal y de los consejos salariales. En ese sentido, es esperable que la discusión de la próxima rendición de cuentas, abrirá puertas a presiones por más recursos.

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