28 jul 2011

Empresario Rodolfo Oppenheimer: Uruguay es el país que “le abrió la puerta grande a mis padres cuando eran expulsados por la Europa ´avanzada`”

Emprendedor y empresario son dos términos que lo definen. Es conocido por haber introducido la cadena rápida de comidas Mc Donald´s en Uruguay. El entrevistado demuestra que no solo de negocios vive el hombre. Es por ello que el ingeniero Rodolfo Oppenheimer, de 56 años de edad, marca un claro pensamiento acerca de la educación en el país: “una sólida formación académica, desde la primaria hasta la universidad, ya no es algo lindo de tener, es algo básico para poder avanzar en el mundo de hoy”.

A continuación un resumen de la entrevista que el empresario mantuvo con el portal web del CCIU:

- ¿Qué siente le aportó su formación en Ingeniería Mecánica e Industrial para su desarrollo en el ámbito empresarial? ¿Y qué enseñanzas le dejó haber aprobado un Master en Administración de Empresas (MBA, por su sigla en inglés)? 

- La Ingeniería me enseñó que todas las cosas son procesos y sistemas que hay que armar, entre otros los mecánicos, industriales, comerciales, educativos que no trabajan en el vacío sino que están interligados con otras cosas (generalmente personas, equipos humanos, y otros). El MBA me dio herramientas adicionales en el manejo más financiero y de recursos humanos de una empresa.

-  Bill Gates fundó y lidera la exitosa Microsoft sin haberse graduado de la universidad ¿Cuán importante es la formación académica para “triunfar” en el mundo de los negocios? 

- Primeramente, Bill Gates y sus homólogos se cuentan con los dedos de una mano. Siempre hay excepciones que hacen la regla. Desde mi punto de vista la educación se conforma  de la siguiente manera: Primaria, en general, te enseña a escribir y leer aprendiendo lo básico en idioma y las matemáticas; Secundaria te enseña a memorizar ampliando el horizonte del conocimiento general, volviendo a hacer hincapié en el idioma y las matemáticas y la Terciaria, te enseña a pensar, razonar y analizar (sea cual sea la especialización que uno elija). Por lo cual, considero de que una sólida formación académica (desde la Primaria hasta la Terciaria) ya no es algo lindo de tener, es algo básico para poder avanzar en el mundo de hoy.

- ¿Es posible formar a alguien en el área del emprendedorismo o uno “nace” siendo un emprendedor? 

- El emprendedorismo no necesariamente se enseña, sino que se crea el ecosistema para que ocurra. No todos están interesados en ser emprendedores, pero el que quiera ser, que el ecosistema lo apoye, desde las universidades, instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, y el sector privado.

- A través de Prospéritas Capital Partners usted se vincula mucho con jóvenes emprendedores uruguayos. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes que observa entre estos jóvenes y usted mismo cuando empezó su carrera de emprendedor? 

- Hoy se habla más abiertamente sobre el emprendedorismo, se está empezando a formar el ecosistema que lo apoya y las comunicaciones están abriendo nuevos horizontes a nuestros jóvenes (algo que no teníamos en el pasado en el Uruguay). El espíritu emprendedor de antes y de hoy no es diferente, solamente que hoy es más accesible a que más personas puedan realizar sus sueños.

- Usted  fue el tesorero de Mc Donald´s para Latinoamérica desde 1985 hasta 1991 cuando asumió el cargo de socio director gerente del naciente Mc Donald´s Uruguay. ¿Qué lo llevó a pensar que una “hamburguesería” tendría éxito en el país de los chivitos? 

-  No necesariamente pensé en la "hamburgesería" sino, dentro del área gastronómica, en darle al público uruguayo calidad, servicio y limpieza a un precio justo, mientras que consideraba que la oferta existente le tomaba el pelo al cliente; esa fue la real oportunidad que vi.

- ¿Qué es lo que más admira del Estado de Israel? 

- El entender que en el rápido cambio, en la innovación, en el conocimiento y el estar siempre un paso delante de los demás está el secreto de la supervivencia, y nosotros los judíos lo hemos tenido que demostrar más de una vez a través de nuestra historia.

- ¿Qué es lo que lo hace sentir orgulloso de ser uruguayo? 

- Hoy la Celeste (se refiere a la selección uruguaya de fútbol, campeona de la Copa América de fútbol en 2011). Más en serio, el ser un país que le abrió a mis padres la puerta grande cuando eran expulsados por la Europa "avanzada" (y no solamente la hitleriana).

- ¿Integra o colabora con alguna institución judía nacional? 

- Sí, con varias

- ¿Cuál es su vínculo con el judaísmo? 

-  A través de mi comunidad, la Nueva Congregación Israelita, y otros vínculos personales.

- ¿Cuál es la celebración o festividad judía que más disfruta? ¿Por qué? 

-  Pésaj (Pascua judía), sin lugar a dudas, es la reafirmación del hombre libre, del espíritu de la libertad, tanto como judío y como ser humano.

8 jul 2011

Un pasado que duele

El señor Fischer. Ana Solari. 530 páginas. Editorial Alfaguara, 2011.

Burócrata, mediocre, inútil, indeciso y dominado. Estas son solo alguna de las características del señor Fischer, un alemán setentón que debe enfrentar a la vejez y a la viudez, ya que su esposa, Lola, hace casi un año falleció. “El señor Fischer”, la nueva novela de la escritora uruguaya Ana Solari, trata de la vida de un hombre aparentemente común pero que está cargado de secretos, silencios, mentiras, amores y odios.

Solari se empeña en no mencionar el nombre de pila de Fischer, a tal punto que cuando relata ciertos episodios de su niñez lo invoca como el niño Fischer. La despersonalización del personaje sugiere al lector que este anciano nunca logró tener un nombre propio. Al decir de la poetisa israelí Zelda: “cada hombre tiene un nombre”; y no solamente el que le dieron sus padres —escribe en su poema— sino también el que le da quien lo ama y quien lo odia. Parecería que la escritora nos insinuara que Fischer no lo tiene, ni lo tuvo ni lo tendrá. Ni los demás ni él saben exactamente quién es.

Lola es una luchadora por los derechos civiles, una madre incansable que se ocupa de sus hijos y de las tareas del hogar. Su madre es de origen judío; su padre un hombre de campo. Lola parece ser diferente a su marido; se compromete con todo y con todos. Tiene un carácter fuerte lo cual hace que se lleve mal con su hija mediana, la rebelde y sensible Manuela, quien también pelea por ser la “mujer de la casa”. También son padres de Roberto, un exitoso hombre de negocios, con quien Fischer casi no tiene relación y de Oskar, un intelectual y sensible profesor de alguna universidad alemana quien fuera el niño mimado de sus progenitores.

Fischer cosecha amigos luego de la muerte de su mujer; mientras ella vivía fue un ser solitario y sumiso. Su amistad más interesante se desarrolla con la señora Mayer, una inteligente y conversadora octogenaria o quizás nonagenaria, que establece una relación de confianza con el personaje. Ella hará que el protagonista abra sus sentimientos, su corazón y sus recuerdos para compartirlos con ella. Su compañía, consejos e historias lo harán reflexionar al anodino Fischer.

La novela trata sobre la indiferencia de las personas. Sobre aquellos que dicen que sí a todo con tal de no comprometerse y no manifestar sus discrepancias; son quienes, en definitiva, demuestran un profundo egoísmo. Aquellos que, dadas las circunstancias, no tienen problema en dar vuelta la cara ante el sufrimiento ajeno sin importarles lo terrible que este pueda ser.

En este sentido, la obra plantea el tema de la pasividad del ser humano ante las injusticias de la vida y el sufrimiento de la guerra, con especial hincapié en la Segunda Guerra Mundial. Solari aborda el sentimiento del dolor que sobrelleva quien no pudo rectificarse a tiempo en su vida. Hay muchas veces que ya es tarde para hacerlo; es cuando el tiempo de pedir perdón ya expiró, cuando el daño producido por ciertas omisiones es irreparable, cuando ya es tarde para la reconciliación.

El silencio en las familias y en las relaciones humanas también está presente. La historia deja de lado el mito de que “el tiempo cura las heridas”, y demuestra que —sin el diálogo sincero y honesto— el paso del tiempo, en el mejor de los casos, ayuda a olvidar los detalles de los conflictos, pero las cicatrices quedarán siempre abiertas.

Esta biografía nos remite a la idea de que cada persona tiene una historia para ser contada, porque toda persona tiene una historia que lleva a cuestas, con sus aciertos y sus errores. Solari relata de forma maravillosa la vida de un hombre anónimo y simple pero cargado de dolor a quien uno se imagina entonando el tango “Cuesta abajo” de Gardel y Le Pera: “Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”.

El libro fue premiado con el Primer Premio de Narrativa Inédita 2010 por el Ministerio de Educación y Cultura.

Sobre Ana Solari

Ana Solari nació en Montevideo en 1957. Es escritora, música, periodista cultural, docente y consejera estudiantil de la Facultad de Comunicación y Diseño de la Universidad ORT Uruguay, de la cual recibió el “Premio a la Excelencia Docente en 1999”. Asimismo, es tutora de tesis de grado (años 2010 y 2011). Habla y escribe alemán e inglés; estudia chino y cultura china desde 1997.

Ha publicado Cuentos de diez minutos (Arca Editorial, 1991); Zack-novela (Trilce, 1993); Zack-Estaciones (Banda Oriental, 1994); Cómic Suburbia (Revista Posdata, 1995, con ilustraciones de Martín Ansín); Cuento Inconcluso (hipertexto para Internet, 1996); El sitio donde se ocultan los caballos (Premio Serena Foglia, Banda Oriental, 1996); Tarde de Compras (3er. Premio Ministerio Educación y Cultura; Cal y Canto, 1997); Apuntes encontrados en una vieja Cray 3386 (Aymará Ediciones, 1998), Scottia (Alfaguara 2000); El collar de ámbar (Linardi & Risso, 2005) escrito gracias a la beca de la Fundación Rockefeller; El hombre quieto (Planeta, 2007), escrito merce al patrocinio del International Translator´s and Writer´s Center de la Isla de Rodas, Grecia.

Cuentos suyos forman parte de antologías nacionales y extranjeras. Es autora de la obra El Errante de Nod estrenada en 2002 en el edificio del Jockey Club.

Ha obtenido distintos premios nacionales e internacionales. Varios de sus trabajos fueron tema de investigación de universidades extranjeras (Wisconsin, Florida, Notre Dame, Stanford, Lille).

Recibió becas de la Fundación John S. Guggenheim (2000; junto al periodista Andrés Alsina); de la Fundación Rockefeller (Bellagio, 2004), de la Fundación Bogliasco (2005). También el patrocinio de la International Writers and Translators Center (Rodas, 2005). Participó en el encuentro de escritoras iberoamericanas en Israel (2004). Obtuvo la beca del Gobierno de la República Popular China para estudiar chino en Beijing, en agosto de 2007. En 2008 obtuvo el patrocinio y el financiamiento de la Fundación Príncipe Claus, de Holanda, para la puesta en escena de la obra de teatro Adiós, niño bonito. En 2010, el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura para la novela La última mujer, en coautoría con Jordi Buch Oliver.

Se desempeñó como periodista cultural durante diez años. En prensa: en El País Cultural, Brecha, La República, entre otros, y en radio, junto al periodista Daniel Figares (Radio Nacional, El Espectador, 1410 am libre, entre otras). Actualmente tiene una columna en el programa televisivo Todo se transforma, en TV Libre.