27 jul 2006

Nuremberg juzgó a Irán

La misma ciudad donde hace 60 años atrás fueron juzgados los criminales de guerra nazis y los jueces del nazismo dio su veredicto sobre el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad: culpable. 

El presidente iraní, quien recientemente negó la Shoá (Holocausto judío), había anunciado su presencia en Nuremberg para el debut de la selección de fútbol iraní, ante México, en el mundial de Alemania. 

Seguramente, cuando le dijeron que 1.500 personas (en la propia Nuremberg) manifestarían en su contra, el filonazi se asustó ya que en su país no tiene costumbre de afrontar ningún tipo protesta pública; claro, porque están prohibidas. 

Además, negar la Shoá en Alemania es ilegal. ¿Tenía miedo el presidente de ir preso o de que lo llevaran a rendir cuentas ante un tribunal (independiente)? Durante la marcha, realizada el domingo 11, a la que asistieron judíos, iraníes disidentes (con banderas de Irán) y políticos alemanes, el ex integrante del Consejo de Judíos Alemanes, Michel Friedman dijo, según el sitio web del diario israelí Haaretz, que: «debemos dejarle muy en claro a Ahmadinejad que es el Hitler del siglo XXI, que cruzó la línea roja (...) y no es una persona bienvenida en Alemania». 

«No diré una sola palabra sobre el equipo iraní o el pueblo iraní (pero) un criminal como Ahmadinejad no es bienvenido. Alguien que niega el Holocasuto o dice que Israel no tiene derecho a existir se coloca fuera de cualquier tipo de civilización o cultura» ,afirmó el ministro del Interior del estado de Bavaria, Guenther Beckstein, durante la manifestación. 

También Amnistía Internacional protestó. La organización de defensa de los derechos humanos en el mundo juntó firmas en Nuremberg para que Irán deje de ejecutar (sí, de asesinar) a menores de 18 años. Según el informe mundial de 2005 sobre derechos humanos en el mundo fueron ejecutadas en Irán en el último año al menos 94 personas de las cuales por lo menos ocho eran menores de edad. 

«Irán fue el único país en el planeta que ejecutó (durante 2005) la pena de muerte a menores de edad», aseguró al semanario Voces del Frente el presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Ernesto Kreimerman. 

Y no sólo eso. En 2004 un homosexual de la ciudad iraní Shiraz fue detenido y sentenciado a 100 latigazos. Según Amnistía es común, en pleno siglo XXI, que las cortes de justicia (¿justicia?) iraníes dicten sentencias que incluyan latigazos. Ahmadinejad también tuvo sus «hinchas». 

Según Haaretz, 15 simpatizantes del extremista Partido Democrático Nacional de Alemania manifestaron en la ciudad vieja de Nuremberg portando banderas iraníes y posters del dictador. «Es un shock que estos fascistas estén manifestando a favor de Ahmadinejad», señaló a Haaretz Jaleh Yavari, un iraní que dijo vivir en Suiza desde hace 20 años. 

El domingo 10 de junio fue un mal día para el presidente Ahmadinejad. Él perdió en las calles de Nuremberg y su selección perdió en la cancha.

La revolución del centro

"Yo creo en revoluciones silenciosas", afirmó Ariel Zlatkin, rabino de la comunidad sefaradí (CISU) en una entrevista publicada en la revista En Comunidad

Si me permite, rabino Zlatkin, lo que yo percibo es una "revolución del centro", una visión moderada, tolerante y respetuosa de la religión promovida, de forma independiente, por cuatro rabinos que actualmente se desempeñan en Uruguay. 

El rabino de la CISU nos aporta una clara definición sobre el pluralismo judío. Según afirmó a En Comunidad, "hay muchas opiniones, muchos caminos para interpretar la Torá (Pentateuco) y aunque no compartas una opinión hay que respetarla". Zlatkin trabajó junto a judíos de diferentes corrientes dentro del judaísmo. 

"Aprendí a respetarlos, apreciarlos y amarlos como son, aunque estaba en desacuerdo con parte significativa de sus opiniones", aseguró. Además, Zlatkin tiene como referente al rabino Mordejai Maarabi de la Comunidad Israelita del Uruguay (Kehilá). 

Maarabi se ubica al centro de la escena religiosa; según sus palabras: ni más a la izquierda ni más a la derecha que el rabino Abraham Kook, fundador del sionismo religioso. 

El rabino de la Kehilá no tuvo inconvenientes este año en compartir una mesa con el rabino Alejandro Bloch de la comunidad tradicionalista (más liberal) Nueva Congregación Israelita (NCI) a fin de honrar la memoria de Fritz Winter, quien durante décadas fuera rabino de la NCI. 

Bloch "tiende puentes" entre las diferentes comunidades. "Los Rabinos o las comunidades que pensamos que somos dueños de las personas nos equivocamos absolutamente. Hay gente que reza en Kabalat Shabat con nostoros y en Shajarit va a otras comunidades. (...) Lo importante -en definitiva- no es que satisfagan todas las necesidades en un solo lugar, sino que se sientan a gusto, se sientan parte de una colectividad". 

El rabino del Yavne, Tzvi Elon, es hijo del rabino Mordejai Elon, un sionista ortodoxo quien a pesar de su oposición al plan de desconexión llevado a cabo por el gobierno israelí tildó de "criminales" a quienes se opusieron de forma violenta al plan de retirada. 

Elon (padre) nos enseñó que es un hombre de fe en Dios pero también en los valores democráticos. 

Los cuatro rabinos conforman, a mi entender, una tendencia moderada, centrada, que dejó de lado las viejas discusiones bizantinas para trabajar, con respeto, hacia el otro por y para el judaísmo transformando en realidad el salmo: "¡Mirad cuán bueno y cuán placentero es para los hermanos vivir juntos y unidos!".