5 ene 2009

Gran Hermano israelí: Boublil versus Friedman o árabes versus polacos

Es un fenómeno mundial y aquellos que no tienen el propio se apasionan por el que organiza su vecino geográfico. Así es que muchos uruguayos se engancharon con el último Gran Hermano argentino emitido en 2007. 

En Israel, la versión local del programa ha logrado un suceso de audiencia realmente impactante. Ahora bien, ¿por qué Gran Hermano Israel es tan exitoso como para que un grupo de estudiantes suspenda un paseo con su colegio para ver la final del certamen? 

Haaj Hagadol (Gran Hermano), que terminó el martes 16 de diciembre, comparte las características básicas del resto de las diferentes versiones de este reality show: un juego basado en la novela futurista 1984 del escritor inglés George Orwell, en el cual compiten varios participantes que deben convivir varios meses en una casa, especialmente acondicionada para ellos. 

Cerca de 50 cámaras filman las 24 horas de la vida de los concursantes quienes se nominan entre ellos para que, posteriormente, el público decida quién se va de la casa. Se puede decir que en la sociedad israelí Gran Hermano tuvo éxito porque la población necesita desenchufarse de la realidad cotidiana, o por el bajo nivel cultural de la sociedad, o porque prefieren la realidad (reality) de ese espectáculo (show) que la realidad del día a día. Pero yo considero que el programa consiguió recrear el mosaico de la sociedad israelí dentro de una pequeña casa que albergó a 16 participantes. 

 Según el diario italiano Il Corriere della Sera ninguna edición del Gran Hermano, que ya se ha emitido en 62 países, tuvo tanto éxito como la israelí. Sucede que dentro de la casa estaban los ashkenazim (judíos de origen centroeuropeo) y los mizrajim (judíos de origen árabes y africanos), los heterosexuales y los homosexuales, los laicos y los religiosos, los árabes israelíes y los no judíos. 

Según entiendo, en el resto de los Gran Hermano han logrado representar a una parte de la sociedad pero no a ella en su conjunto. Sin embargo, a pesar de todos los pronósticos, el enfrentamiento no se dio entre los judíos y los árabes ni entre los laicos y los religiosos sino entre los ashkenazim y mizrajim, una fiel representación de lo que ocurre en la sociedad israelí. 

Morán Haim, de 25 años, quien trabaja como manicura en Holón señaló que en el reality se “hicieron evidentes las tensiones entre el mundo ashkenazí y el mizrají. “Este es el principal problema israelí (el de la relación entre ashkenazíes y mizrajíes) y no el de los palestinos versus los israelíes”, señaló al sitio de Internet de la Jewish Telegraphic Agency (JTA). 

El padre de Haim es de origen yemenita y su madre proviene de una familia polaca. "Mi padre es un Boublil y mi madre una Friedman; yo estoy en el medio”. La expresión de la joven hacer referencia a Einav Boublil, participante del concurso, quien apodó a sus rivales ashkenazíes de la casa como los Friedman (Friedmanim), mote que por ende se aplica toda la población ashkenazí. “Es la guerra de los judíos del bazar, de piel bronceada, que quieren que sus esposas se queden en casa contra la judíos de Tel Aviv, bien educados y respetuosos de las mujeres”, dijo Vanessa, inmigrante francesa que participó en el programa.

Los mizrajim son aquellos judíos provenientes de África y de los países árabes que emigraron a Israel, en gran cantidad, luego de la formación del estado judío en 1948. No han llegado a posiciones tan encumbradas en como los judíos ashekenazís, aunque han tenido representantes en todos los ámbitos de la vida nacional. A modo de ejemplo podemos citar al ex ministro de Defensa y líder del laborismo, el marroquí Amir Peretz. 

Ya en los primeros años de la creación del estado judío las disputas entre el gobierno laborista, conformado por la “elite” ashkenazí, frente a la inmigración yemenita se hicieron sentir. Los niños yemenitas, cuyos padres tenían un fuerte sentimiento religioso, ¿debían recibir una educación judía laica o religiosa? 

El sistema de enseñanza de los campamentos de refugiados, para aquellos judíos expulsados de los países árabes luego de la declaración del Estado de Israel, proponían una educación secular pero los yemenitas preferían la educación religiosa.

Veinte años después, en los ´70 surgió la agrupación de las Panteras Negras que congregaba a activistas mizrajíes cuyo fin era promover la igualdad de los mizrajíes frente al resto de los israelíes. Finalmente las Panteras se desintegraron, aunque varios de sus líderes llegaron a ser miembros de la Kneset (Parlamento) mediante su participación política en los sectores de derecha, izquierda o religiosos. 

En la actualidad el movimiento es casi inexistente. Y aquí es donde aparece el hombre más famoso de Gran Hermano aunque fue quien obtuvo el segundo puesto. Se llama Yossi Boublil (se pronuncia Bublil), está vinculado al área de la construcción, y se define como un puercoespín que “sabe dar en el blanco a tiempo”. 

Tal es el renombre del Gran Hermano y, más que nada de Boublil, que dos diarios internacionales se han ocupado de escribir sobre ellos: el Le Monde francés y el ya mencionado Il Corriere della Sera. Boublil, es de ascendencia marroquí como el ex ministro Peretz, o Saadia Marciano, líder de las Panteras Negras, quien dijo que no hay que sentirse con culpa por ser marroquí. 

Los Boublil (Einav y Yossi) fueron los representantes del mundo mizrají. Para muchos israelíes Boublil representaba al grosero e inculto mientras que para otros era el macho (aun con sus 55 años), el sincero, aquel que no “usa maquillaje”. Según declaró Boublil al sitio oficial de Gran Hermano, él y su hija fueron los ganadores del concurso. 

Según el diario italiano, antes de saber si finalizaría en segundo lugar, Boublil declaró: “si gano me compro un auto y me refacciono el apartamento”. Inclusive, en Internet, algunos de sus “hinchas” lo postulan como candidato a primer ministro de Israel para las elecciones de febrero próximo. 

Es que según Il Corriere y Le Monde, actualmente Boublil es más famoso que los líderes políticos Ehud Barak, Benjamín Netaniahu, Tzipora Livni e inclusive el presidente Shimon Peres. Yaron Ten-Brink, columnista televisivo del diario Yediot Ajronot, pronosticó que el partido derechista Likud tentará a Boublil para su campaña electoral. 

Sin embargo, la mayoría eligió a la ashkenaziá Shifra Kornfeld (en la imagen), de 28 años, jerosolimitana, hija de madre estadounidense, secular aunque proveniente de un hogar ultraortodoxo y azafata de la compañía aérea El Al cuyo sueño es escribir un libro. No sabemos si en el futuro Shifra cumplirá su sueño ni Boublil el suyo, pero el Gran Hermano israelí ya puede sentirse realizado. Publicado en la revista digital Majón Jeker de Hagshama Uruguay

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