23 oct 2009

Muammar Gaddafi: al dictador le gusta hablar

Hay un denominador común en todos los dictadores y es su afecto por la verborragia. Y aún más cuando tienen la oportunidad de dirigirse a la Asamblea General (AG) de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. 

Es su momento de gloria, cuando se pueden lucir y transformar en un espectáculo mediático la reunión de los líderes de casi 200 países miembro de una organización que, creada luego de la Segunda Guerra Mundial, se propuso el objetivo de evitar un nuevo conflicto bélico a escala mundial.

En Naciones Unidas se mantiene fresco el recuerdo de la oratoria que ofreció el autoritario presidente venezolano, Hugo Chávez, en setiembre de 2006 al decir ante la AG: “Ayer el diablo estuvo aquí. Huele a azufre todavía”, en referencia al entonces presidente estadounidense George W. Bush.

Esta vez el show provino de Medio Oriente y su intérprete fue uno de los más antiguos dictadores africanos, el coronel libio Muammar Gaddafi. Fue presentado por el presidente -rotativo- de la AG, el libio Alí Treki, como el “líder de la revolución”, el presidente de la Unión Africana, y el “rey de los reyes de África”, aún cuando no es un monarca (aunque bien podría serlo, ya que sus hijos lo acompañan en las funciones ejecutivas del gobierno y probablemente lo “hereden” políticamente cuando muera).

Era la primera vez, en sus 40 años de gobierno, que Gaddafi pronunciaba un discurso ante la AG. Aprovechó para atacar de forma dura a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ONU (China, Francia, Rusia, Inglaterra y Estados Unidos) por no defender los intereses de los países del tercer mundo; Consejo de Seguridad que la propia Libia integra, como miembro no permanente, hasta fin de año, y del cual Uruguay fue parte entre 1965 y 1966.

“El veto es contrario a la Carta, no debemos aceptarlo ni reconocerlo”, aseguró. Asimismo denominó al Consejo de Seguridad “Consejo del Terror”, acusándolo de “poco democrático y dictatorial”, señaló en su crónica el periodista Alberto Armendariz, quien cubrió la reunión para el diario La Nación de Argentina.

Gaddafi habló una hora y media aún cuando la organización estableció un límite de 15 minutos por cada discurso. Su antecesor en la oratoria, el presidente estadounidense Barack Obama (al que el libio llamó “nuestro hijo”, por ser descendiente de africanos), disertó durante 38 minutos. Sin embargo, el récord lo ostenta el ex dictador cubano Fidel Castro con 4 horas y media de oratoria. Más sorprendente aún fue que, en una reunión del Consejo de Seguridad, el entonces ministro de Defensa indio Krishna Menon habló durante 8 horas. Fuera del ámbito de las Naciones Unidos, el “padre” de la Turquía Moderna, Mustafa Kemal, dio un discurso que duró 36 horas y 31 minutos (repartidas en seis días).

En Internet está publicada una traducción al inglés de la oratoria del libio, cuya fuente es la agencia oficial de noticias libia Jamahiriya. En la transcripción se omiten (inexplicablemente) varios tramos de la oratoria de Gaddafi, así como tampoco hay mención al momento en que el mandatario arroja al piso el texto del preámbulo de la carta magna de ONU.

“El preámbulo dice que las naciones son iguales sean estas chicas o grandes. ¿Somos iguales en cuanto a los miembros permanentes (del Consejo de Seguridad)? No”, preguntó y contestó el coronel, quien señaló que desde la fundación de ONU se produjeron 65 guerras.

La situación en Medio Oriente no podía faltar. “Los árabes no tienen animosidad contra los israelíes. Son primos y quieren vivir con ellos en paz. Los refugiados palestinos deben retornar y tienen que vivir pacíficamente en un solo estado”. La solución que propone el libio es crear un solo estado denominado “Isratine” (una combinación de Israel y Palestine); el coronel se olvida que la vida de ambos pueblos es sumamente dificultosa y compleja hoy, cuando viven separados.

El sitio web de la BBC londinense publicó un artículo en el que resume en pocas palabras los 90 y pico de minutos de discurso: habló de los piratas somalíes, de la necesidad de investigar los asesinatos del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy y del líder de los derechos civiles de los negros, Martin Luther King (¡ambos ocurridos en la década del ´60!), sobre el jet lag (cansancio y fatiga producido por largos viajes en avión) de los gobernantes de Oriente que llegaron a la AG, y expuso sus teorías conspirativas sobre la gripe AH1N1.

En fin, parafraseando a Enrique Santos Discépolo, la Biblia junto al calefón.

Fuente de la imagen: sitio web de la Organización de Naciones Unidas (www.un.org)

17 sept 2009

Una (casi) rabina con pasado uruguayo

Michelle Dardashti, quien trabajó en el Instituto Yavne y colaboró en la organización estudiantil Hillel de Montevideo, espera graduarse de rabina en el Jewish Theological Seminary (JTS) de Nueva York en mayo de 2010.

Aún mantiene un español bastante fluido a la hora de escribir, y los recuerdos intactos de su paso por Uruguay. Su itinerario por la comunidad, hace ya seis años, lo marcaron los días en el Instituto Yavne, dictando clases de judaísmo y acompañando a las jóvenes de primero de liceo durante el rezo matutino, y las noches en la institución Hillel (para jóvenes universitarios) colaborando con lo que fuera necesario. 

Tal es así que participó en una jornada en el Cerro que realizó Tzedek Hillel (grupo que organiza programas de asistencia social) y la difundió a través de un artículo que publicó para la agencia noticiosa Jewish Telegraphic Agency (JTA) de Estados Unidos.

Hoy, Dardashti tiene 29 años, está casada con Nathan, originario de Sidney (Australia), y espera un hijo. En mayo de 2010 aspira a recibir su título de rabina y, a su vez, graduarse del Master en Educación Judía en el JTS.  Es graduada universitaria en Religión y Ley, y tiene un título terciario en Teatro y Estudios Internacionales.

Según señaló a Semanario Hebreo, luego de pasados el Año Nuevo y el Día del Perdón se incorporará como becaria a la congregación Bnai Jeshurun, la más antigua del movimiento Conservador de Nueva York (fundada en 1825) y cuyo auge –recibe 1000 personas para las oraciones del viernes a la noche– comenzó con el retorno a Estados Unidos (1984) del rabino Marshall Meyer, padre del Seminario Rabínico Latinoamericano (Conservador) de Buenos Aires y luchador en pro de los derechos humanos durante la última dictadura argentina.

Si la estudiante rabínica tuviera que elegir a un rabino optaría por Abraham Ioshua Heschel (1907 - 1972), autor de importantes obras de filosofía judía tales como “El Hombre no está solo”, “Dios en busca del hombre” o “Shabat y su significado para el hombre moderno”. “Heschel es un modelo obvio para los judíos comprometidos con la justicia social a la cual ven como una parte integral de su identidad judía”, sostuvo.

“Mi idea de judaísmo está íntimamente asociada con los conceptos de justicia y libertad”, aseguró. Desde chica escuchó de boca de su madre, hija de judíos europeos que seguían la ideología del Sionismo socialista, maestra y cantante de música popular, las melodías del negro spiritual de los esclavos africanos, canciones folklóricas idish y la música de los jalutzim (los pioneros: judíos que vivían en la Palestina británica previo a la fundación del Estado de Israel).

Por el lado paterno, su abuelo era cantor litúrgico (jazán) en una de las sinagogas de la comunidad judía de Teherán (Irán) e inclusive llegó a cantar en el palacio del Shá (máxima autoridad persa hasta la Revolución Islámica de 1979). Su padre, también jazán, le cantaba canciones judías de cuna de todas partes del mundo. Recordó que con el canto de su padre, expresado “por su voz y corazón”, comenzó a sentir la religión como “enriquecedora y agradable”.

El “híbrido” de culturas que se generaba en casa de sus padres le infundió un espíritu de “aprecio por todo lo judío”, alimentando su pasión por “el pueblo judío, la comunidad judía global y el clal israel” (la unidad que conforman el conjunto de los judíos).

Como lo define la entrevistada: “fue el judaísmo multicultural e integrador de todas las corrientes judías que viví en mi hogar el que me encaminó hacia el liderazgo judío. Fue en ese momento que escuché la llamada (del activismo y del liderazgo)”

Dardashti piensa que si tuviera que pasar un Shabat (sábado judío) en Montevideo concurriría el viernes a la noche al rezo de la Nueva Congregación Israelita (NCI, movimiento Masortí-Conservador), donde trabaja su amigo, el rabino Ariel Kleiner, y el sábado por la mañana a las oraciones que tienen lugar en Yavne (ortodoxia sionista). “Me parece lo más democrático”, aseguró.

Aunque su infancia y juventud estuvieron asociadas con el movimiento Conservador de Estados Unidos, la estudiante rabínica no cree en las etiquetas y los títulos que identifican a los judíos con ideologías religiosas.

Es más, sostuvo que las diferencias entre una sinagoga ortodoxa moderna uruguaya y una congregación conservadora de Estados Unidos radican en la elección del rabino y la participación de la mujer en los servicios religiosos. En términos de la observancia individual –según Dardashti– “no hay muchas diferencias ya que hay personas que cumplen la halajá (ley) de forma rigurosa y otras que no son tan estrictas, e inclusive aquellas que no cumplen con el kashrut (leyes dietéticas religiosas), las leyes del Shabat u otros preceptos”.

Considera que las diferencias entre el judaísmo uruguayo y el estadounidense se notan en que el uruguayo está mucho más enfocado en el Sionismo mientras que el estadounidense gira en torno a las corrientes religiosas (reformismo, conservadurismo y ortodoxia). 

La futura becaria de Bnai Jeshurun opinó que “sólo basta con ver que los movimientos juveniles sionistas en Uruguay y la mayor parte del mundo están organizados en torno al ideal sionista mientras que en Estados Unidos están vinculados a los tres principales movimientos religiosos del país”.

A Dardashti le gustaría volver a Uruguay, visitar Yavne para ver qué sigue igual y qué cambió, reencontrarse con viejos amigos, con conocidos e historias vividas, pero en esta oportunidad no como una chiquilina de 22 años que llega para aprender español, y conocer y trabajar en una comunidad judía, sino como una rabina y educadora del diverso mundo judeo-neoyorquino.

25 jun 2009

“Alemania es probablemente el único país de Europa que realmente enfrentó su pasado”

Rabino húngaro Zsolt Balla, primer graduado del seminario ortodoxo alemán luego de la Segunda Guerra Mundial

Cuando Hitler destruyó a la judería alemana, nunca pensó que esta renacería, y aún menos que nuevos rabinos surgirían de allí. Pero 64 años luego del final de la Segunda Guerra Mundial dos jóvenes rabinos le dieron un cachetazo al líder nazi y a la historia: el ucraniano Avraham Radbil, de 25 años, y el húngaro Zsolt Balla, de 30 años, graduados del seminario rabínico ortodoxo de Berlín (Rabbinerseminar zu Berlin), clausurado por los nazis en 1938. La ceremonia de ordenación fue transmitida en directo por la televisión alemana el martes 2 de junio desde la sinagoga Ohel Jacob de Munich.

Balla está casado con Marina, de Ucrania. Ambos son padres de Naomi de 16 meses. El hoy rabino, recién supo que era judío al cumplir los nueve años. Sucede que en su Budapest natal, durante el período comunista, no se hablaba sobre asuntos religiosos. Fue la Biblia, cuyas historias disfrutaba desde pequeño, que lo acercó al mundo judío. Ahora, es el quien busca acercar a los judíos alemanes a la tradición, sin hacer ningún tipo de diferencia, ya que no le gusta la idea de que la forma de “vestirse o cubrirse la cabeza cree una separación”.

Además del judaísmo, Balla es un apasionado de la música. Toca el bajo eléctrico en fiestas judías junto a compañeros de su yeshivá (casa de estudios judíos), ya que para él “la música es una herramienta importante para ayudar a las personas a vincularse con el rezo, y en un sentido amplio, a vincularse con el judaísmo, cuando no están cerca de él”.

El novel rabino y bajista le concedió una entrevista a Semanario Hebreo. A continuación un resumen de ella:

- ¿Cuándo y por qué decidió estudiar para rabino?

- Luego de finalizar mi Master en Ingeniería y Administración en Hungría quise tomarme un año para dedicarme a los estudios judíos. En ese entonces apareció como una opción interesante integrarme por un año a una yeshivá en Berlín. Luego del año de estudios me di cuenta que lo que realmente me apasiona es la educación, el aprendizaje y la enseñanza del judaísmo, por lo cual me quedé un año más. Luego de ese segundo año, entendí que si quería hacer algo serio en ese campo debía prepararme, por lo cual me inscribí al programa de ordenación rabínica de la yeshiva.

- Usted es húngaro. ¿Cómo es la vida judía en Hungría?

- En Hungría viven muchos judíos, pero lo que falta es el tipo de judaísmo con el que yo me siento más cercano, el judaísmo que está comprometido con los valores tradicionales y el aprendizaje pero que a su vez es accesible para la gente que quiere acercarse; un judaísmo de puertas abiertas para cualquiera que desee ingresar, aprender y vivenciar. En Hungría es muy difícil vivir la experiencia que el judaísmo tradicional propone a nuestra sociedad hoy en día. Sin embargo, cada vez más judíos en Hungría tratan de hacer algo para cambiar la situación.

- ¿Cómo fue su infancia y juventud en Budapest?

- Hasta los nueve años no supe que era judío. Cuando niño adoraba leer; uno de mis libros favoritos era la Biblia con sus encantadoras historias. En 1988, cuando tenía nueve años, en el bloque de Europa del Este las personas sabían que pronto las cosas cambiarían y que las sinagogas e iglesias abrirían sus puertas al público. Vi un aviso en mi escuela pública anunciando que una iglesia católica ofrecía clases de Biblia los domingos. Le pregunté a mi madre si podía ir. Ella, luego del shock inicial, me explicó que yo debería ir a otro lugar. Cuando me enteré que era judío, no significó mucho para mí; quizás sólo que me di cuenta que todas esas historias que me gustaban eran sobre nuestros ancestros.
Mi madre, a través de su familia, me encontró una escuela dominical en una de las sinagogas de Budapest donde empecé a estudiar Torá (Biblia judía), historia y observancia judía.

- Pero, ¿por qué no sabía que era judío?

- Simplemente porque era un tema (el judaísmo) del cual la gente no hablaba.

- ¿Sus padres son religiosos, tradicionales o seculares?

- Vengo de un entorno secular pero recibí algo de mis padres de lo cual les estaré siempre agradecido: me dejaron vivir mis sueños y constantemente me dieron su apoyo, incluso si no entendieron cómo me volví completamente diferente a ellos. Estuvieron a mi lado a lo largo de todo el camino y tengo con ellos una gran deuda.

-¿Cómo se siente al ser uno de los dos primeros rabinos en obtener la ordenación en Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial?

- El sentimiento es de una gran responsabilidad. Yo sé cuan importante es este evento en la historia del judaísmo alemán y sé que tengo que hacer todo lo posible, dentro de mis posibilidades, para estar a la altura de las expectativas.

- Usted también es músico. ¿Qué instrumento toca?

- En la yeshivá organizamos una pequeña simcha-band (banda musical para fiestas) que le da la posibilidad a las parejas jóvenes que se casan de contar con una banda de música judía. En la banda toco el bajo eléctrico (instrumento similar a la guitarra eléctrica) aunque también toco la guitarra tradicional. La música tiene un poder increíble que puede ayudar a las personas a expresar las cosas que les son difíciles de describir con palabras. La música, también, es una herramienta importante para ayudar a las personas a vincularse con el rezo, y en un sentido amplio, a vincularse con el judaísmo, cuando no están cerca de él.

- ¿Qué opina del rabino – músico Shlomo Carlebach? ¿Le gusta su música?

- La música del rabino Shlomo Carlebach, de memoria bendita, jugó un importante papel en mi vida. En Hungría, cuando me hice religioso, no estaba en contacto con la música judía contemporánea. Estaba acostumbrado a un cierto tipo de plegaria que mucho no sentía. Hace casi diez años atrás, durante un Shabat en Israel, de casualidad encontré un minián (grupo de oración) del estilo Carlebach donde la plegaria tenía un significado profundo y diferente. Entendí que la plegaria puede ser mucho más; me inspiró a aprender más sobre ella.

- ¿A qué rabinos admira?

- Es una pregunta muy difícil de responder. Estoy agradecido a todos los rabinos, cuyos libros tuve la oportunidad de leer. Admiro a los rabinos Jonathan Sacks (gran rabino del Reino Unido) y Akiva Tatz (rabino sudafricano experto en ética médica), entre otros rabinos contemporáneos, porque la manera en que discuten los temas fundamentales del judaísmo es profunda y honesta, hablan al corazón de las personas, las inspiran y las traen más cerca de nuestras tradiciones.

- En las fotos de su graduación rabínica, aparece vestido de negro. ¿Se siente más cerca de la ultraortodoxia o del sionismo religioso?

- Uso kipá (solideo) tejida (característica del sionismo religioso) y sombrero negro al mismo tiempo. Trato de mantenerme fuera de la política ya que tengo un profundo amor por la Torá, el pueblo judío e Israel. No me gusta la idea de que la forma de vestirse o cubrirse la cabeza cree una separación entre nosotros. Visito Israel con mi familia tan seguido como puedo.

- ¿Qué sabe sobre el judaísmo sudamericano?

- Lamentablemente no lo suficiente. Hace años estuve en Israel con un grupo internacional donde había gente de México, Panamá, Chile y Brasil. Sé que en rasgos generales los judíos sudamericanos están más comprometidos con el judaísmo que los judíos de Europa del este.

- ¿De qué trabaja?

- Actualmente estudio y trabajo como director de Programas de la Yeshivá Beis Zion de Berlín donde completé mis estudios rabínicos. También enseño en la Midrashá Lauder en Berlín, que es un seminario religioso para mujeres. Desde setiembre seré oficialmente rabino visitante en la ciudad de Leipzig (Alemania), donde el tío paterno de Shlomo Carlebach, Efraim, fue rabino entre 1924 y 1935.

- ¿Qué estudios seculares realizó?

- Realicé un master en Ingeniería y Dirección en la Budapest Technical University. Me especializo en la dirección de productos y en la ergonomía del software.

-¿Cuál es su relación con los movimientos Jabad, conservador y reformista presentes en Alemania? ¿Y con los judíos de origen sefaradí?

- Con los primeros tres movimientos no tengo relación. En cuanto a los sefaradim, en nuestra yeshivá y midrashá tenemos muchos estudiantes que provienen de familias de origen bujaro (llamadas así por la importante población judía que vivió en la ciudad de Bujara, hoy Uzbekistán) o georgianas.

-Si le ocurriera como al sabio judío, Hilel el anciano, que un no judío le pidiera que le enseñe todo el judaísmo mientras él pudiera permanecer parado en un solo pie, ¿qué le diría?

- La respuesta de Hilel contiene lo fundamental. No lo podría decir en otra forma: lo que es odioso para ti no se lo hagas a tu prójimo; eso es la Torá. Pero para saber cómo implementarlo en la vida real hay que empezar a estudiar. Esa es la clave.

-¿Por qué vive en Alemania, país que se asocia con la peor tragedia de la historia del pueblo judío?

- Puedo entender los sentimientos de aquellos a los que Alemania les trae malos recuerdos. Mi generación, sin embargo, tuvo que comprender que Alemania es probablemente el único país de Europa que realmente enfrentó su pasado. Nos tenemos que enfocar en la situación presente, en la cual hay mucha necesidad de educación judía en Alemania, ya que sólo a través de la educación los judíos tenemos un futuro, por el cual yo trabajo.

-¿Por qué la comunidad judía alemana está creciendo?

- No estoy seguro que esta siga siendo la tendencia. La inmigración oficial de la ex Unión Soviética se ha detenido; ahora es tiempo de poner el esfuerzo en educar y ayudar a aquellos que ya están aquí.

-¿Por qué el antisemitismo está creciendo en Europa?

- La presente crisis económica tiene un efecto en las ideas y grupos radicales. Lamentablemente, siento que el antisemitismo está creciendo. Pero no creo que Europa sea peor que otro lugar en el mundo. Incluso en Nueva York insultan a los judíos.

20 jun 2009

El amigo europeo de Chávez

La caída del comunismo y del Muro de Berlín hizo pensar que con la llegada de los años ’90 las dictaduras europeas habían llegado a su final; los tiempos de la democracia se instalarían en el viejo continente.

Pero la historia vuelve a repetirse. Y esta vez, una vieja república soviética vuelve a ser la protagonista. Bielorrusia (que no debe ser confundida con Rusia), es presidida desde hace 15 años por un ex integrante del Partido Comunista Democrático (hoy independiente), el economista e historiador Aleksandr Lukashenko, amigo y socio comercial del presidente venezolano Hugo Chávez. 

De 54 años, padre de 3 hijos varones (el menor de madre desconocida), pelado y con un prolijo bigote, Lukashenko ha ganado las dos últimas elecciones con cerca del 80% de los votos; una cifra altamente elevada para los resultados de cualquier comicio electoral, lo cual generó vanas acusaciones de fraude por parte de sus opositores. 

En 1996, el referéndum que convocó para enmendar la Constitución bielorrusa finalizó con un 70% de apoyo para su propuesta, lo cual le permitirá presentarse indefinidamente a la reelección presidencial. Lukashenko no habla español pero con el presidente venezolano Chávez se lleva de maravillas. “Usted es una persona de amplios conocimientos, pues conoce muy bien no sólo la economía de Venezuela, sino también de Bielorrusia, y me encanta ver que también entiende en asuntos militares y en la industria de guerra”, señaló el líder bielorruso sobre el venezolano luego de su primer encuentro en Minsk, la capital bielorrusa, en julio de 2006. 

 También en julio, pero de 2008, Lukashenko le entregó a Chávez la Orden de Amistad de los Pueblos de la República de Bielorrusia. El presidente anfitrión elogió a su colega y además mencionó los negocios que unen a ambos países. “En Venezuela nosotros estamos realizando una serie de proyectos muy importantes para las economías de nuestros estados. Entre ellos está la extracción de petróleo y la construcción de maquinaria. Sin el aporte del estimado presidente Hugo Chávez no tendríamos los resultados que tenemos hasta el momento”. 

 Por su parte, el venezolano resaltó sus vínculos ideológicos. “Tú y yo luchamos contra los mismos enemigos. Nuestros pueblos luchan contra el mismo adversario: el imperialismo. Y hay que ponerle apellido, es el imperialismo norteamericano y los países lacayos que le siguen”, afirmó. Asimismo, Lukashenko es amigo del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y recibió la orden de la Revolución de manos del libio Muammar al-Gaddafi. Pero al bielorruso también le gusta practicar un juego de enfrentamiento y coqueteo con Occidente. 

Cuando asumió el demócrata Barack Obama como presidente de Estados Unidos dijo que se parecía a él. Sin embargo, fue un duro crítico del gobierno de George Bush, a lo cual recibió como respuesta el mote de “último dictador de Europa” por parte de la ex secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice. También, en los primeros días de junio se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Avigdor Liberman. 

Luego de la reunión entre ambos, Lukashenko dijo sobre los judíos bielorrusos: “Nuestros judíos son un pueblo especial. Ellos constituyen una fibra moral en nuestra relación”. Sin embargo, el año pasado el premier bielorruso había llamado “mugrientos” a los judíos ya que, según sus palabras, las ciudades de Israel que él había visitado eran un “chiquero”. Este episodio llevó que el estado hebreo convocara a su embajador en Minsk para consultarlo sobre el asunto. 

Como todo líder que pretende perpetuarse de por vida en el poder, Lukashenko también se aprovecha del deporte. El mandatario bielorruso fue electo presidente del Comité Olímpico de su país en 1997. Es evidente que mucho aprendió del dictador italiano Benito Mussolini, anfitrión del Mundial de fútbol de 1934, y del nazi Adolf Hitler, quien organizó los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín.

Precisamente, Lukashenko es un admirador de Hitler. “El orden alemán evolucionó a través de los siglos y alcanzó su cumbre durante el gobierno de Hitler”, afirmó. Su gobierno también tiene reminiscencias del período comunista. 

El 80% de la economía bielorrusa está controlada por el Estado y es el único país de las ex repúblicas soviéticas donde todas las granjas siguen siendo colectivas. También, como en tiempos de la Unión Soviética, el presidente bielorruso apresó, en 2006, a su rival político Alexander Kozulin, quien fue condenado a cinco años y medio de prisión por realizar una marcha en la que acusó al gobierno de fraude electoral. El último conflicto del que fue parte ocurrió esta semana. 

Según informa el diario ABC de Madrid, el domingo 14 de junio no acudió a Moscú para participar en la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (ODKB). No lo hizo en protesta por el embargo decretado por las autoridades rusas a los productos lácteos fabricados en Bielorrusia. La percepción que tiene Lukashenko de sí mismo es muy diferente a la de sus opositores internos y a la de los países de Europa Occidental. 

Así lo demuestra el párrafo final de su autobiografía, publicada en el sitio web de la Presidencia bielorrusa: “Alexander Grigoryevich Lukashenko es un defensor de los programas internacionales que aseguran los derechos humanos y las libertades fundamentales; es un luchador contra el terrorismo, la violencia, y el abuso de las drogas y el alcohol”.

5 mar 2009

Por testarudo y caprichoso vivirás

Violín a cuestas. Encrucijadas históricas del pueblo judío. Dr. Gustavo Daniel Perednik. Universidad ORT Uruguay, noviembre de 2008. 

La música fue siempre una gran compañera del pueblo judío. En sus tristezas y alegrías, en las conmemoraciones nacionales, culturales y religiosas, las melodías siempre constituyeron un actor principal. 

Es por ello que a través de la música y los instrumentos podemos comprender, al menos parcialmente, la historia del pueblo judío. 

Pero el de Gustavo Perednik no es un libro de música; por lo menos no sólo de música. Es una obra que estudia los momentos clave en la historia del pueblo judío, a través de ciertos episodios que el autor considera trascendentes para entender el pasado, el presente y el futuro judío. 

Encrucijadas y crisis que producen como consecuencia la vida o la muerte, el caer y el volver a levantarse, la independencia y el ser dominado, el ser expulsado y el ser reconocido como ciudadano, el abandono de la religión o el acercamiento a ella. Las encrucijadas van de la mano con las crisis. 

Y las crisis, a veces, son el prólogo para los cambios y los nacimientos. Las terribles crisis de fe que se generaron en Polonia y Rusia luego de los pogromos (1648-1654) de Bogdán Chmielnicky, quien lideró el levantamiento cosaco contra Polonia y Lituania, y de la aparición del falso mesianismo de Shabetai Tzvi (quien en el año 1666 se convirtió al Islam), fueron superadas merced al surgimiento del movimiento jasídico. 

El jasidismo, con su visión aperturista y popular, acercó al judío analfabeto a las escrituras y promovió la idea de que hay más de un camino para relacionarse con Dios; su líder, conocido como el Baal Shem Tov, fue quien revolucionó la forma de ver y vivir el judaísmo. También los movimientos nacionales judíos surgieron a partir de crisis. 

El caso Dreyfus, al cual el autor le dedica un capítulo, motivó la rebeldía del periodista Teodoro Herzl, un judío austríaco asimilado quien se constituyó en el padre fundador de Israel. Los gritos de la multitud que proclamaba “muerte a los judíos”, a la salida del tribunal donde se juzgaba al capitán del ejército francés, Alfred Dreyfus, desencadenaron en Herzl una serie de pensamientos que lo llevarían a concluir que la única solución para el antisemitismo reinante en Europa era la creación de un estado judío. Al ver a un egipcio golpear a un hebreo, Moisés se rebeló como lo haría Herzl milenios más tarde. 

Según el autor este hecho le permitió a Moisés, líder hebreo y profeta por excelencia del pueblo judío, “consolidar su conciencia nacional”. Alemania y España, al igual que Francia y Egipto, fueron una especie de “despertadores” para la conciencia judía. Alemania, mediante los pogromos ocurridos durante los años posteriores a la peste negra (1348-1350), prólogo para la Shoá que tendría lugar casi 600 años más tarde y, España, a través de la Inquisición, que también tocó tierras uruguayas, y fue el caldo de cultivo de un odio que aún hoy se manifiesta. 

El libro también abarca los tiempos de paz y la amistad con otras naciones que cosechó el pueblo judío. Seguramente la menos conocida y la más intrigante sea la amistad sino-judaica. Es interesante, tal como lo señala el autor, que los chinos sean mencionados en el libro de Isaías (Biblia hebrea; dentro de la sección de los Profetas): “He aquí que vendrán de lejos: del norte, y del oeste, y de la tierra de Sinim” (chinos en el hebreo moderno). 

El Maharal de Praga, rabino renacentista vinculado a la leyenda del Golem, sustenta en esta profecía “su opinión de que las Diez Tribus Perdidas habían llegado al Nuevo Mundo vía China”, dice el autor. El de Perednik es un recorrido por la historia judía, por la supervivencia de un pueblo que se ha caracterizado por ser de “dura cerviz” (am kshei oref; Éxodo 34:9; en las propias palabras de Moisés), un pueblo testarudo y caprichoso que supo, en los momentos de crisis, superar la destrucción y el abatimiento, y en los momentos de esplendor conservar la humildad.

5 ene 2009

Gran Hermano israelí: Boublil versus Friedman o árabes versus polacos

Es un fenómeno mundial y aquellos que no tienen el propio se apasionan por el que organiza su vecino geográfico. Así es que muchos uruguayos se engancharon con el último Gran Hermano argentino emitido en 2007. 

En Israel, la versión local del programa ha logrado un suceso de audiencia realmente impactante. Ahora bien, ¿por qué Gran Hermano Israel es tan exitoso como para que un grupo de estudiantes suspenda un paseo con su colegio para ver la final del certamen? 

Haaj Hagadol (Gran Hermano), que terminó el martes 16 de diciembre, comparte las características básicas del resto de las diferentes versiones de este reality show: un juego basado en la novela futurista 1984 del escritor inglés George Orwell, en el cual compiten varios participantes que deben convivir varios meses en una casa, especialmente acondicionada para ellos. 

Cerca de 50 cámaras filman las 24 horas de la vida de los concursantes quienes se nominan entre ellos para que, posteriormente, el público decida quién se va de la casa. Se puede decir que en la sociedad israelí Gran Hermano tuvo éxito porque la población necesita desenchufarse de la realidad cotidiana, o por el bajo nivel cultural de la sociedad, o porque prefieren la realidad (reality) de ese espectáculo (show) que la realidad del día a día. Pero yo considero que el programa consiguió recrear el mosaico de la sociedad israelí dentro de una pequeña casa que albergó a 16 participantes. 

 Según el diario italiano Il Corriere della Sera ninguna edición del Gran Hermano, que ya se ha emitido en 62 países, tuvo tanto éxito como la israelí. Sucede que dentro de la casa estaban los ashkenazim (judíos de origen centroeuropeo) y los mizrajim (judíos de origen árabes y africanos), los heterosexuales y los homosexuales, los laicos y los religiosos, los árabes israelíes y los no judíos. 

Según entiendo, en el resto de los Gran Hermano han logrado representar a una parte de la sociedad pero no a ella en su conjunto. Sin embargo, a pesar de todos los pronósticos, el enfrentamiento no se dio entre los judíos y los árabes ni entre los laicos y los religiosos sino entre los ashkenazim y mizrajim, una fiel representación de lo que ocurre en la sociedad israelí. 

Morán Haim, de 25 años, quien trabaja como manicura en Holón señaló que en el reality se “hicieron evidentes las tensiones entre el mundo ashkenazí y el mizrají. “Este es el principal problema israelí (el de la relación entre ashkenazíes y mizrajíes) y no el de los palestinos versus los israelíes”, señaló al sitio de Internet de la Jewish Telegraphic Agency (JTA). 

El padre de Haim es de origen yemenita y su madre proviene de una familia polaca. "Mi padre es un Boublil y mi madre una Friedman; yo estoy en el medio”. La expresión de la joven hacer referencia a Einav Boublil, participante del concurso, quien apodó a sus rivales ashkenazíes de la casa como los Friedman (Friedmanim), mote que por ende se aplica toda la población ashkenazí. “Es la guerra de los judíos del bazar, de piel bronceada, que quieren que sus esposas se queden en casa contra la judíos de Tel Aviv, bien educados y respetuosos de las mujeres”, dijo Vanessa, inmigrante francesa que participó en el programa.

Los mizrajim son aquellos judíos provenientes de África y de los países árabes que emigraron a Israel, en gran cantidad, luego de la formación del estado judío en 1948. No han llegado a posiciones tan encumbradas en como los judíos ashekenazís, aunque han tenido representantes en todos los ámbitos de la vida nacional. A modo de ejemplo podemos citar al ex ministro de Defensa y líder del laborismo, el marroquí Amir Peretz. 

Ya en los primeros años de la creación del estado judío las disputas entre el gobierno laborista, conformado por la “elite” ashkenazí, frente a la inmigración yemenita se hicieron sentir. Los niños yemenitas, cuyos padres tenían un fuerte sentimiento religioso, ¿debían recibir una educación judía laica o religiosa? 

El sistema de enseñanza de los campamentos de refugiados, para aquellos judíos expulsados de los países árabes luego de la declaración del Estado de Israel, proponían una educación secular pero los yemenitas preferían la educación religiosa.

Veinte años después, en los ´70 surgió la agrupación de las Panteras Negras que congregaba a activistas mizrajíes cuyo fin era promover la igualdad de los mizrajíes frente al resto de los israelíes. Finalmente las Panteras se desintegraron, aunque varios de sus líderes llegaron a ser miembros de la Kneset (Parlamento) mediante su participación política en los sectores de derecha, izquierda o religiosos. 

En la actualidad el movimiento es casi inexistente. Y aquí es donde aparece el hombre más famoso de Gran Hermano aunque fue quien obtuvo el segundo puesto. Se llama Yossi Boublil (se pronuncia Bublil), está vinculado al área de la construcción, y se define como un puercoespín que “sabe dar en el blanco a tiempo”. 

Tal es el renombre del Gran Hermano y, más que nada de Boublil, que dos diarios internacionales se han ocupado de escribir sobre ellos: el Le Monde francés y el ya mencionado Il Corriere della Sera. Boublil, es de ascendencia marroquí como el ex ministro Peretz, o Saadia Marciano, líder de las Panteras Negras, quien dijo que no hay que sentirse con culpa por ser marroquí. 

Los Boublil (Einav y Yossi) fueron los representantes del mundo mizrají. Para muchos israelíes Boublil representaba al grosero e inculto mientras que para otros era el macho (aun con sus 55 años), el sincero, aquel que no “usa maquillaje”. Según declaró Boublil al sitio oficial de Gran Hermano, él y su hija fueron los ganadores del concurso. 

Según el diario italiano, antes de saber si finalizaría en segundo lugar, Boublil declaró: “si gano me compro un auto y me refacciono el apartamento”. Inclusive, en Internet, algunos de sus “hinchas” lo postulan como candidato a primer ministro de Israel para las elecciones de febrero próximo. 

Es que según Il Corriere y Le Monde, actualmente Boublil es más famoso que los líderes políticos Ehud Barak, Benjamín Netaniahu, Tzipora Livni e inclusive el presidente Shimon Peres. Yaron Ten-Brink, columnista televisivo del diario Yediot Ajronot, pronosticó que el partido derechista Likud tentará a Boublil para su campaña electoral. 

Sin embargo, la mayoría eligió a la ashkenaziá Shifra Kornfeld (en la imagen), de 28 años, jerosolimitana, hija de madre estadounidense, secular aunque proveniente de un hogar ultraortodoxo y azafata de la compañía aérea El Al cuyo sueño es escribir un libro. No sabemos si en el futuro Shifra cumplirá su sueño ni Boublil el suyo, pero el Gran Hermano israelí ya puede sentirse realizado. Publicado en la revista digital Majón Jeker de Hagshama Uruguay