"¡Vos estás de vivo!", se escucha en una álgida discusión callejera. La viveza, y particularmente la criolla, nos envuelven en una serie de mentiras, enredos, discusiones y problemas. Sin embargo, esta forma de ser y actuar sigue siendo uno de los deportes preferidos de los rioplatenses.
El uruguayo Alejandro Goldstein, de 47 años de edad, es traductor público graduado en la Universidad de la República. Cursó la escuela y el liceo en el Instituto Yavne. Reside en Panamá desde hace un lustro (y anteriormente también vivió en Israel). Aún lejos de su tierra creyó necesario plasmar el tema de la viveza criolla en un libro que tituló "¡Contámela en colores! Historias de la viveza criolla para reír, ¿o llorar?".
A continuación, un resumen de la entrevista que el portal web del CCIU mantuvo con Goldstein:
- ¿Por qué elegiste el título Contámela en colores para tu libro? Las historias que contás, ¿te dan ganas de reír o llorar?
- La expresión "contámela en colores" se
utiliza cuando una persona es escéptica respecto de lo que le está
contando su interlocutor. Tiene significado para personas mayores de 40
años y como a nivel de lenguas todo está en permanente estado de
transformación ha caído en desuso; es otra forma de decir: "no te creo
nada". Para el caso específico del libro pensé que era una forma de
incorporar un título con sentido real (se cuentan historias precedidas
de fotos en colores, alusivas al tema que se está tocando) y en sentido
traslaticio, pues en esto de la viveza criolla, nadie cree en nadie.
Respecto de lo de reír o llorar siempre
escuché que los pueblos que se olvidan de su pasado están condenados a
repetirlo y que aquellos que se mofan de su memoria colectiva están de
parabienes porque nunca les faltará motivos para reír.
- ¿Qué es la viveza criolla?
- Las "marcas registradas" que hacen a
una nación única e irrepetible son un pasado común: sus tradiciones, su
gastronomía y su idioma, entre otras. Hay países que poseen un elemento
que los identifica ante el mundo por encima de cultura o idiomas; en
otras palabras, un sello de distinción. Así, a vuelo de pájaro, Escocia
es famosa por su whisky, Australia por el canguro y el koala, España por
los toros, Italia por la mafia y Brasil por su carnaval.
El
Río de la Plata tiene tres distintivos que ofician de tarjeta de
presentación ante la comunidad internacional: el tango, el asado criollo
y el mate. Otro factor— transformado en pandemia— que contamina todos
los confines del orbe con pasmosa rapidez es la "viveza criolla". La
cultura de sacarle ventaja al prójimo salpica todos los ámbitos de la
vida cotidiana del cono sur y, con el avance de las comunicaciones,
cautiva al mundo gracias a los "embajadores" rioplatenses.
Es una característica intrínseca tan
peculiar que define parte de su personalidad como pueblo. Es, en
esencia, aquella pequeña ventaja o fraude que una persona —que se cree
astuta— le saca a otra de inferiores recursos mentales —a juicio de la
primera—, para obtener réditos inmediatos e insignificantes sin caer en
el delito jurídico, aunque sí moral. Con el tiempo todo se ha
tergiversado y ese concepto que comenzó siendo como un simpático copo de
nieve, evolucionó (o involucionó) en un estremecedor alud que todo lo
cubre; desde el juego de la mosqueta en plena vía pública, hasta el
soborno de magistrados.
- ¿Quiénes son esos vivos?
- Un público variopinto: futbolistas,
bancarios, políticos, cerrajeros, médicos. Nadie se salva. Antes de
empezar a caminar los bebés lloran desconsoladamente (con sus clásicos
berrinches) para lograr el objetivo que su madre se canse y satisfaga
sus necesidades. Una vez recibido lo demandado con tanto ahínco el
llanto se interrumpe inmediatamente, señal inequívoca que se trataba de
un chantaje.
- ¿Para qué sirve ser vivo?
-
Es una cuestión de moral y principios. A Maradona le sirvió para ganar
el Mundial de México ´86, a Michael Jackson para enloquecer al mundo con
"su" tema Thriller, "expropiado" al cantautor manchego, Luixy Toledo
(Luis Valverde), al simple estudiante para aprobar un examen después de
haber copiado y, a los ladrones de cuello blanco para robarle a la gente
de bien en lugar de trabajar decentemente.
-
Luego de escribir el libro, ¿le queda la impresión de que los que
practican la viveza criolla son realmente vivos o todo lo contrario?
- La mentira tiene patas cortas y de alguna manera todo en esta vida se paga.
- La viveza, ¿es solo patrimonio de los uruguayos o también de otras sociedades?
- Pienso que
cada país tiene sus matices. En los que viví yo (Uruguay, Israel y
Panamá) están a flor de piel. En Panamá se le llama el "juega vivo" y en
Israel nadie quiere quedar como fraier (cándido). Aprendí que cada pueblo tiene sus rasgos más típicos y sus modelos vernáculos de viveza criolla.
- ¿Qué es lo más gracioso de la viveza criolla?
-
No tiene nada de gracioso. Es una forma de vivir equivocada y traté,
mediante el humor, de "desempolvar" en el libro cosas que le producen
urticaria a la gente común.
- ¿Y lo más trágico?
-
Lo trágico es que nos creemos los grandes fenómenos, "el mejor país del
mundo", o decimos con fastidioso orgullo "como el Uruguay no hay". En
definitiva es esa viveza criolla uno de los tantos palos que nos tranca
la rueda para que crezcamos como nación y país.
- ¿Cómo definirías tu identidad judía?
- Mi
formación como judío se circunscribe al entorno del Instituto Yavne.
Esos son los valores recibidos en casa y los que practico con mi familia
en Panamá.
- ¿Dónde se puede comprar el libro y cuánto cuesta?
- El libro cuesta 390 pesos y se encuentra en todas las librerías.
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